UCR: 75 años de grandes acciones y grandes logros

Publicado: 2015-08-26

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Con satisfacción y alegría hoy celebramos 75 años de intensa vida académica y vínculo social de la Universidad de Costa Rica (UCR). Esta es una ocasión propicia para celebrar los logros alcanzados, siempre con un espíritu crítico, y con la mirada puesta en ese horizonte que progresivamente se hace visible, bajo las luces del extraordinario potencial que la institución ha desarrollado, gracias a las contribuciones y el compromiso de toda la comunidad universitaria como actor histórico.

La Universidad de Costa Rica se reconoce parte de un proyecto histórico mayor: el de un país basado en un Estado Social de Derecho, que incorporara las garantías sociales en los programas de gobierno de la época. Especialmente, brindó fuerzas a los más débiles, históricamente despojados de oportunidades de surgimiento y cuyas necesidades más básicas estaban insatisfechas La pertinencia social de sus actividades a lo largo de estos 75 años se evidencia en sus vínculos con ese Estado y con la institucionalidad pública, así como con el sector productivo, ya sea privado o público.

Históricamente, la Universidad de Costa Rica ha tenido la certeza de que el conocimiento y la ciencia no pueden valorarse como fines en sí mismos, sino como medios para transformar la realidad y mejorarla, para proponer estrategias ante situaciones problemáticas y buscar soluciones que beneficien a poblaciones concretas, sobre todo aquellas más vulnerables.

Sería una tarea compleja intentar enumerar los logros y las contribuciones que nuestra universidad ha hecho, directa o indirectamente, para que Costa Rica sea el país que hoy conocemos: son múltiples en cantidad, pero más aún, su impacto e incidencia tienen distintas formas de ser percibidos, en plazos distintos, por beneficiarios variados. Esa impronta está presente en una legislación que lleva el sello de nuestros juristas, en una infraestructura pública donde se reconoce la calidad de nuestros ingenieros, así como en las semillas que nuestros expertos en ciencias agroalimentarias siembran solidariamente, hombro con hombro, con los agricultores nacionales.

Las vicisitudes de la economía y la administración pública llevan el cuño de nuestros académicos. En las ciencias básicas y la cultura nacional se revela el ingenio de nuestros estudiantes y el talento de nuestros docentes. En la protección del ambiente y la conservación de nuestros recursos naturales, un ámbito en el cual Costa Rica goza de reconocimiento internacional, la Universidad de Costa Rica ha realizado sustantivas contribuciones, muchas veces en vínculo con instituciones nacionales e internacionales.

La regionalización es un importante esfuerzo histórico de la Institución. Un reto que compartimos con el país en su conjunto es superar los rezagos existentes en las zonas más alejadas del gran área metropolitana y convertirlas en polos de desarrollo social y producción de conocimiento, con proyectos de vida propia, no reproductivos. El fortalecimiento de las todas las sedes y recintos universitarios lo hacemos como reafirmación y actualización de la responsabilidad de la Universidad de Costa Rica, en la defensa de la educación como un derecho fundamental.

A lo largo de 75 años, la atención del estudiantado ha sido siempre del más alto nivel posible, pues es claro que la función formadora representa su mayor aporte a Costa Rica en cuanto al impacto en la movilidad social, la transferencia del conocimiento, la inclusión, la equidad y la justicia distributiva.

Me enorgullece ver el nombre de la Universidad de Costa Rica al lado del nombre de hombres y mujeres que han puesto su empeño en sobresalir en el estudio, el trabajo, el impacto social y la cooperación interinstitucional e internacional. La UCR y la sociedad se los agradecen. La institución se encamina siempre hacia su meta de compromiso social. Seguiremos siendo un referente de calidad, de crítica y de acogimiento a los sectores más desprotegidos. Pero para ello necesitamos de estabilidad financiera, de independencia política y de libertad de pensamiento en cada una de nuestras actividades.

Será gracias a la comunidad universitaria que continuaremos asegurando la legitimidad, calidad y pertinencia del quehacer académico en la construcción de la Costa Rica que queremos para los años venideros. Por las bondades heredadas de nuestro pasado, los compromisos adquiridos en el presente y las esperanzas cifradas en el futuro, todos los costarricenses podemos decir: “Somos UCR. Una universidad de grandes acciones y grandes logros para el bienestar del país”.

Dr. Henning Jensen Pennington
Rector, Universidad de Costa Rica

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