Fusariosis del banano: urgencia mas no emergencia

Publicado: 2017-08-09

 

 

Investigadores de Latinoamérica discutieron sobre enfermedad que causa marchitez en cultivos de bananos y afecta seguridad alimentaria y economía regional (Foto: Laura Rodríguez/ODI).

La fusariosis del banano, enfermedad que afecta los cultivos de estas plantas y que compromete su producción, es una amenaza latente para el continente americano. La raza 4 tropical (TR4) del hongo que la provoca (Fusarium oxysporum f. sp. cubense, o ‘Foc’) aún no ingresa a los países de nuestra región, pero en los últimos años ha diezmado la población de cultivos de banano en zonas como Asia, Australia y África.

Conscientes de este peligro, un grupo de investigadores e investigadoras de Costa Rica, Brasil, Ecuador, México, Australia, Perú, Panamá y Nicaragua se reunieron con el fin de sentar las bases para una Red Académica sobre Fusariosis del Banano, en el marco de una convocatoria lanzada por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) cuya anfitriona fue la Universidad de Costa Rica (UCR).

Dada el potencial impacto de la fusariosis en la seguridad alimentaria del continente americano, la UDUAL acogió la propuesta de crear una red de colaboración entre las universidades miembros, particularmente en aquellos países productores de banano. Es una ocasión que estimula la cooperación interuniversitaria y la cooperación interna dentro de la región; en esta línea, la UDUAL sirve como instancia facilitadora verdaderamente oportuna”, expresó el Dr. Henning Jensen, Rector de la UCR y actual director de la UDUAL.

A lo largo de una jornada, diversos expositores y expositoras evidenciaron la importancia de las musáceas (que incluyen bananos, plátanos y guineos) en la región, al tiempo que se discutieron algunas acciones que ya se están llevando a cabo para atrasar la llegada de TR4 Foc al continente.

La Dra. Raixa Llauger, Oficial de Protección Regional de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), expresó que no se debe crear pánico por la posible entrada de esta enfermedad al continente, pero sí se deben asumir acciones responsables para que los pequeños y medianos productores tengan alternativas de cultivo en el caso de que la plaga se disemine.

Las musáceas son importantes desde un punto de vista de seguridad alimentaria y regional porque contienen diversos elementos nutricionales que son esenciales en la dieta de miles de personas. Tan importantes son que, si en cada lonchera un niño pusiera un banano, recibiría un importante aporte nutricional”, comentó Llauger.

El Dr. Luis Felipe Arauz, Ministro de Agricultura y Ganadería, junto con ell Rector Dr. Henning Jensen, en el centro de la foto. Les acompañan los sres. André Drenth, Carlos Urías, Raixa Llauger y Ana Tapia (Foto: Laura Rodríguez/ODI).

El Dr. Carlos Urías, Director Regional de Sanidad Vegetal del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) explicó que casi el 80% de las exportaciones de banano en el mundo provienen de América Latina y el Caribe, y siete de los diez principales países productores están aquí. “Esto significa que la región tiene una importancia estratégica para el comercio también, pero no se debe olvidar la seguridad alimentaria de quienes viven de esta producción”, expresó.

En sus palabras, el camino hacia la prevención es mucho más orientado en América Latina y el Caribe, puesto que ya se cuenta con lecciones aprendidas desde otras regiones. “Estamos en un cauce, tenemos un objetivo más directo: el indicador del éxito en la alianza entre la academia, el gobierno y la industria para compartir el conocimiento se medirá por cuánto se logre retardar el ingreso de la raza 4 tropical de este hongo al continente, pero además por cuánto habremos trabajado con pequeños y medianos productores para ayudarles a sobrellevar esta plaga, en términos de nuevas variedades y métodos de cultivo más seguros”, resaltó Urías.

La Universidad de Costa Rica acumula casi una década de experiencia en investigación del hongo Foc. La M.Sc. Ana Tapia, fitopatóloga de la Sede del Atlántico, explicó que el valor agregado que la UCR puede dar a esta nueva red académica se encuentra en que se ha investigado desde la espora hasta el ADN del hongo, y la experiencia en colaboración científica se puede poner a disposición para los demás miembros.

El Dr. Luis Gómez, del Laboratorio de Biotecnología de Plantas del Centro de Investigaciones Agronómicas, agregó que las investigaciones desarrolladas desde esta casa de estudios se han enfocado en la caracterización de la variabilidad genética de las razas del hongo presentes en nuestro país, al tiempo que se contribuye con evidencia científica para apoyar los métodos de diagnóstico de esta enfermedad en cultivos sospechosos.

La jornada finalizó con la participación del Dr. André Drenth, investigador de la Universidad de Queensland en Australia, quien compartió la experiencia australiana en el manejo de este patógeno. La Red Académica sobre Fusariosis del Banano se conformará el día de mañana, y próximamente se darán a conocer las primeras acciones en el marco de esta colaboración conjunta.

 

Raixa Llauger, FAO: “Las enfermedades llegan, pero hay que prepararse y manejarlas integralmente”
Las plagas y enfermedades fitosanitarias poseen implicaciones importantes dentro del sector agroalimentario, así como para la seguridad alimentaria y nutricional. Desde la mirada de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otros organismos regionales, se necesita continuar trabajando en fortalecer sistemas nacionales de alerta temprana, así como el control de plagas y enfermedades.

Así lo indicó la M.Sc. Raixa Elena Llauger Riverón, Oficial de Agricultura de la Oficina Subregional de FAO para Mesoamérica, en el marco de la Red Académica sobre Fusariosis del Banano convocada en agosto por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL).

En sus palabras, América tiene una ventaja al no contar aún con el patógeno Fusarium oxysporum f.sp. cubense (Foc TR4), que causa marchitez en las plantas de banano y otras musáceas, tales como plátanos y guineos. Por ello, es necesario enfocarse principalmente en los pequeños productores que subsisten de estos cultivos, y fortalecer la investigación de especies resistentes para asegurar la seguridad alimentaria y nutricional de la región.

 

La M.Sc. Raixa Elena Llauger Riverón, de la Oficina Subregional de FAO para Mesoamérica, brindó algunas consideraciones de la importancia de las musáceas para la seguridad alimentaria de la región (Foto: Laura Rodríguez/ ODI).

 

¿Cuál es el valor de las musáceas para América Latina y el Caribe (LAC), particularmente para la pequeña agricultura familiar?

La producción de las musáceas tiene una gran importancia para la región, tanto para la exportación como por sus aportes nutricionales. El banano es uno de los cultivos alimenticios más importantes (el 4º, luego de maíz, arroz y trigo), y uno de los cultivos de mayor volumen de producción en la fruticultura para LAC. Aproximadamente 45,3 millones de toneladas de producción de todos los tipos de musáceas en LAC son de consumo local, en manos de unos 12 millones de pequeños y medianos productores.

En efecto, es un cultivo esencial para esta población: la pequeña agricultura familiar, en promedio, representa más del 80% de los sistemas de producción de la región y aporta entre el 30 y el 40% del PIB agrícola nacional, y más del 60% del empleo rural.

¿En qué medida estos cultivos contribuyen con la seguridad alimentaria y nutricional (SAN) en la región?

Las musáceas no solo constituyen una importante fuente de ingreso para pequeños y medianos productores, sino que además favorecen su salud y nutrición. Los bananos y plátanos resultan esenciales para garantizar una dieta variada y nutritiva, por todo su aporte nutricional en vitaminas, minerales, antioxidantes y energía.

Sin embargo, en estas últimas décadas la población ha dejado de consumir alimentos frescos -como frutas y vegetales- para elegir consumir alimentos de alto contenido energético y ultraprocesado, y esto representa una doble carga en relación con la malnutrición: hay 360 millones de personas con sobrepeso, 140 millones de personas con obesidad, y por otra parte 34 millones de personas subalimentadas. Hay más de seis millones de niños menores de cinco años con baja talla, y persisten las deficiencias de micronutrientes como hierro, zinc, vitamina A y otros. Desde nuestro enfoque, continuar incrementando y atendiendo la producción de musáceas resulta de gran importancia para la región, pues su consumo es importante precisamente para hacer frente a estos problemas nutricionales.

¿Cuál es la dimensión de la amenaza de Foc TR4 a la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN)?

Las enfermedades llegan; no tienen fronteras, son impredecibles. Pero el arte está en prepararse, prevenirlas hasta donde se pueda y, una vez que ya haga su entrada, manejarlas integralmente.

Creo que todos los países deben prepararse para la entrada de la enfermedad, por igual; una vez que la enfermedad entre a un país, este será un posible foco de diseminación hacia los restantes países. La región debe desarrollar capacidades de diagnóstico, manejo, preparación de personal técnico, revisión en puertos de embarque, fronteras, etc. Todas las medidas son esenciales para atrasar este ingreso, pero también es muy importante involucrar a los pequeños productores y aquellos cuyos cultivos sustentan a sus familias, dado que son los más vulnerables ante la llegada de Foc TR4 al continente.

¿Cuáles medidas debería privilegiar la región ante la posible entrada del patógeno que causa la fusariosis del banano?

En nuestra región se ha llevado a cabo una concientización sobre la gravedad de este problema de la posible llegada de Foc TR4, pero en mi opinión, lo más importante es que los países impulsen la prevención, además de continuar movilizándose y fortalecer las capacidades técnicas de nuestra región.

La amenaza de Foc TR4 para LAC es un peligro dada nuestra dependencia a sistemas alimentarios sobre bases genéticas estrechas; por tanto, constituye un llamado a la diversidad, a fortalecer las políticas de variedades. Los más vulnerables son los pequeños productores y los productores dedicados a la agricultura familiar; por ello, deben aprovecharse los resultados de las investigaciones, así como incentivos para que en sus cooperativas y asociaciones prueben otras variedades de musáceas resistentes o tolerantes a esta enfermedad, pues en el futuro podrán tener mayor presencia en el mercado. Las políticas de variedades son un desafío para la región, y por ello considero muy importante la conexión entre investigadores y productores, para que se continúe trabajando en esta línea de investigación.

Ante los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nuestra región ha hecho esfuerzos importantes por cumplir con el objetivo de ‘hambre cero’. ¿De qué manera la FAO plantea soluciones ante la amenaza de la entrada de Foc TR4?

Con la entrada de Foc TR4, la reducción de la productividad tendría un consecuente efecto en la inseguridad alimentaria y nutricional de la región. Desde la FAO tenemos un gran desafío: llegar a tener ‘hambre cero’ al 2030 se relaciona directamente con la pobreza, y considerando que la pequeña agricultura familiar representa más del 80% de los sistemas de producción de la región, la entrada del patógeno podría también significar mayor pobreza de esta población vulnerable, sumada a las conocidas condiciones de desigualdad que se viven en la región.

Asimismo, el avance en sistemas alimentarios sostenibles es un camino que debe fortalecerse para asegurar la disponibilidad física de los alimentos, el acceso económico y físico a estos alimentos, y su utilización biológica, que son los ejes de la seguridad alimentaria y nutricional con los que trabaja la FAO en coordinación con otros organismos regionales y nacionales.

Caterina Elizondo Lucci
Periodista, Rectoría
caterina.elizondo@ucr.ac.cr

Combate contra enfermedad del cultivo del banano une a universidades de América Latina y el Caribe
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