RSN y LanammeUCR descubren pequeño lago de lava en cráter del Volcán Turrialba

Publicado: 2017-07-04

 

 

En la fotografía se observa con total claridad el espacio en rojo que conforma esta laguna de magma viscoso, la cual tiene 50 metros de diámetro. Foto: M.Sc. Paul Vega, LANAMME-UCR.

El equipo de la Red Sismológica Nacional (RSN, convenio entre la Universidad de Costa Rica y el Instituto Costarricense de Electricidad) y del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de esta universidad (LanammeUCR) descubrió una pequeña abertura en el cráter del Volcán Turrialba llena de material magmático expuesto.

De acuerdo con la RSN, el descubrimiento de esta pequeña laguna de lava -de unos 50 metros de diámetro- se realizó mientras un vehículo aéreo no tripulado (conocido como VANT) monitoreaba los cambios ocurridos en el terreno del cráter activo, cuencas y zonas altas del volcán, para determinar el potencial de generación de flujos de sedimentos y agua que caen desde las laderas del coloso y que pueden afectar la red vial nacional.

El Volcán Turrialba ha liberado pequeñas erupciones de origen magmático a través de esta laguna, las cuales llegan a los alrededores del cráter activo. Esta es la razón por la cual se observa un resplandor rojizo desde el cráter en la noche, y constituye una prueba evidente del ascenso del material magmático a la superficie.

“Esto es parte del proceso normal del Volcán Turrialba, que se ha venido acumulando en los últimos años. Desde hace mucho tiempo sospechábamos que había un cuerpo magmático en ascenso, sin cobertura rocosa”, explicó el director de la Escuela Centroamericana de Geología, Dr. Mauricio Mora.

Según el Dr. Mora, de momento el sistema está abierto y sin muchos movimientos magmáticos profundos que aumenten la etapa eruptiva, con más energía. Tampoco se prevé un cambio importante a nivel profundo que provoque la emanación de más magma, aunque esto no quiere decir que se descarte un evento más explosivo. No obstante, se mantiene la vigilancia para determinar cambios significativos que este fenómeno pueda provocar.

Para el experto, quien recuerda que la lava es un material viscoso, es imposible determinar si la laguna de lava crecerá más o si desaparecerá pronto. Esto último pasaría si el magma se enfriara y se cristalizara, producto en gran medida de la lluvia que caiga y conforme la actividad se vaya ralentizando. También podría desaparecer si la cámara magmática profunda incrementara la actividad eruptiva, generando explosiones y aumentando el ancho del cráter.

De acuerdo con el reporte de los vuelos del VANT, en marzo del 2016 el cráter activo del Volcán Turrialba mostraba deslizamientos internos, acumulación de materiales deslizados en el pie de la pared oeste del cráter y un anillo de fumarolas que rodeaba una pequeña abertura de donde se emitían las cenizas. Para esa época, el cráter activo era más estrecho y tenía una forma más larga que ancha, con un eje en dirección este-oeste.

En cambio, en junio de este año, el cráter activo mostró ser “más profundo y ancho, de forma elíptica, con su eje más largo en la dirección suroeste-noreste, lo cual coincide con la dirección preferencial de las erupciones explosivas. En los sectores norte y noreste del fondo del cráter resalta un área de acumulación de ceniza y bloques”, describe la RSN en su página de Facebook (ver fotografía).

Según la RSN, los “laguitos de lava” suelen ser de menores dimensiones y duración. Existen otros volcanes en el mundo que presentan lagos de lava que han persistido por años, entre ellos el Erta Ale (Etiopía), Erebus (Antártida), Kilauea (Hawái – Estados Unidos), Nyiragongo (República Democrática del Congo), y Ambrym (Vanuatu). En los últimos años, otros volcanes han presentado lagos de lava de forma intermitente, como el volcán Masaya, en Nicaragua, que tiene una cavidad similar desde el 2015.

Algunos volcanes centroamericanos que tuvieron en algún momento una laguna de lava son el Telica (Nicaragua) y Pacaya (Guatemala). En Costa Rica, el caso más reciente es el del Volcán Arenal, que estuvo activo entre 1984 y hasta el 2010, cuando detuvo las coladas de lava desde esa superficie. No obstante, no son tan comunes, y no siempre es posible documentarlos de una manera tan directa como es este caso.

El VANT

El vehículo aéreo no tripulado (VANT) utilizado para tomar las fotografías, es un Inspire 1 Pro. Pesa 3,4 kilos y mide 70,4 centímetros de diagonal. Dispone de cuatro hélices, y puede mantenerse 18 minutos en el aire (dependiendo del viento, con una resistencia máxima de 35 kilómetros por hora). Cuenta con una cámara Zenmuse X5 de 16 megapíxeles y puede grabar en 4 k.

El sobrevuelo con el que el VANT determinó la aparición de este espacio de lava se realizó el pasado 29 de junio. Es la segunda vez que la RSN y el LanammeUCR realizan una maniobra de este tipo, pues la primera vez ocurrió el 30 de marzo de 2016.

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Pablo Mora Vargas
Periodista, Rectoría
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

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