El oleaje es la base para investigar sobre generación de energía y estructuras costeras

Publicado: 2019-03-27

 

 

Los 24 generadores de oleaje en el tanque del iMARES permiten emular olas en múltiples direcciones y con características específicas, para crear modelos que a su vez faciliten estudiar su impacto en rompeolas.
CRÉDITO: Karla Richmond / ODI.

Las olas que una tormenta origina en Nueva Zelanda, prácticamente al otro lado del mundo, pueden llegar días después hasta la costa pacífica de nuestro país. A pesar de que su fuerza disminuye conforme se acercan a Costa Rica, el tiempo que tardan en llegar hace que se “acumulen” olas de tormentas sucesivas y, por lo tanto, golpeen con una intensidad particular nuestras costas y sus estructuras.

Así lo explica Georges Govaere, coordinador de la Unidad de Ingeniería Marítima, Ríos y Estuarios (iMARES) del Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII), que pertenece a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica (UCR). Según comentó, comprender el comportamiento del oleaje y, por lo tanto, de las playas del país, puede brindar información fundamental para tomar decisiones sobre cómo tener mejores estructuras costeras, e incluso hacer proyecciones de cómo se puede aprovechar el mar para generar energía.

“La medición del oleaje es la base para tener datos que permitan mejorar las predicciones sobre el comportamiento e impacto de las olas en nuestras costas. Las predicciones con las que muchas veces se toman decisiones de infraestructura y seguridad en Centroamérica están elaboradas con datos de otras regiones del mundo, que no representan con fidelidad lo que en realidad pasa aquí”, indicó Govaere.

Para hacerlo, el iMARES ha instalado equipos fijos de medición sistemática en el Océano Pacífico, específicamente en Cabo Blanco, Caldera y en la Isla del Coco, y ha llevado a cabo estudios puntuales en ambas costas de nuestro país. Esto se realiza mediante boyas y equipo submarino provistos con diversos sensores que, entre otros datos, obtienen la altura de las olas, su dirección y su periodo (tiempo medio que transcurre entre el paso de las crestas de dos olas consecutivas por el mismo punto).

De acuerdo con Henry Alfaro, investigador de iMARES, la ingeniería marítima permite aprovechar estos datos para elaborar diversos modelos en computadora o en laboratorio, y con ello brindar información y soluciones a necesidades de desarrollo del país.

“Las mediciones nos han permitido involucrarnos con diferentes proyectos a nivel nacional, y hemos participado con instituciones externas para facilitarles evidencia científica para la toma de decisiones”, comentó. Por ejemplo, iMARES ha generado información para proyectos de desarrollo de marinas y atracaderos turísticos del Instituto Costarricense de Turismo, y ha colaborado con la creación de una aplicación sobre oleaje para el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, entre otros.

El equipo disponible en el laboratorio de iMARES es único en Centroamérica, y hay pocos con su tecnología en la región. En efecto, esta unidad tiene un tanque de oleaje multidireccional de más de 370 m3, donde se emulan olas con características determinadas y se puede medir su impacto en diversos modelos de rompeolas. Asimismo, cuenta con un canal de oleaje de 52 m de largo y un minicanal, en los que se puede ver la emulación desde un corte transversal, a menor escala.

En palabras de Govaere, una cuarta línea de investigación se agrega a la medición de oleaje, la simulación por computadora y las pruebas de laboratorio, y consiste en probar los equipos para la generación de energía. Aunque en el mundo aún no se explota masivamente la energía proveniente del oleaje, sí se han elaborado prototipos para aprovechar este recurso, y la UCR se suma a esta investigación.

“Hemos visto que la generación de energía por oleaje en nuestros mares sería equivalente a sumar toda la energía producida por fuentes renovables en Costa Rica, por lo que sabemos que existe un gran potencial real”, agregó el coordinador, quien acotó que el punto de vista ambiental no se deja de lado, pues la tecnología moderna permite calibrar equipos de modo que se respete el espacio de las diversas especies marinas y no se produzca contaminación sonora que les afecte.

“La investigación de la UCR aporta información decisiva que apoya la elaboración de políticas públicas esenciales para el desarrollo del país y la región, tales como aquellas orientadas a contar con infraestructura costera más segura, modelos energéticos limpios, y turismo sostenible”, indicó el rector, Henning Jensen.

Caterina Elizondo Lucci
Periodista, Rectoría
caterina.elizondo@ucr.ac.cr


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