46 % de la inversión total en becas se destina a estudiantes de Sedes y Recintos

Publicado: 2020-07-09

 

 

En los últimos cuatro años, la inversión en becas para estudiantes de Sedes y Recintos pasó de ₡9115 millones a ₡13018 millones (foto de Archivo, estudiantes en el Recinto de Paraíso. Crédito: Laura Rodríguez / ODI).

Los estudiantes de las Sedes y Recintos Regionales de la Universidad de Costa Rica (UCR) con una beca socioeconómica reciben casi la mitad del presupuesto de todo el Sistema de Becas institucional.

En efecto, el 46 % de los ₡28199 millones invertidos en becas el año pasado se destinó a estudiantes becados de las seis Sedes Regionales (y sus correspondientes Recintos), así como de la Sede Interuniversitaria de Alajuela.

“La gran mayoría de los estudiantes matriculados en Sedes y Recintos Regionales recibe una beca socioeconómica; dependiendo de la categoría de beca, esto implica desde una exoneración parcial o total del costo de matrícula, hasta recibir beneficios complementarios. Esto confirma que las Sedes de la UCR logran ofrecer oportunidades a personas estudiantes que, de otra manera, no podrían cursar estudios universitarios”, expresó Carlos Sandoval García, Vicerrector de Vida Estudiantil.

En 1956 la UCR creó un sistema solidario para apoyar a estudiantes de escasos recursos económicos. En aquel entonces se estableció un monto de ₡30000 anuales para distribuir en 30 becas. Hoy, 64 años después, el Sistema de Becas invierte más de ₡28000 millones al año para apoyar a más de 23000 estudiantes de todo el país en sus proyectos de estudios.

Desde el inicio del proceso de regionalización de la Educación Superior pública, con la creación de la Sede de Occidente en 1968, la UCR ha hecho importantes esfuerzos por fortalecer la inversión en becas en sus Sedes y Recintos Regionales, para apoyar a estudiantes en razón de su condición socioeconómica.

Esta inversión pasó de más de ₡9115 millones en el 2016, a casi ₡13018 millones en el 2019, lo cual representa un aumento de un 43 %.

“En comparación con la Sede Rodrigo Facio, en donde casi la mitad de los estudiantes matriculados tienen una beca socioeconómica, en Sedes y Recintos este porcentaje llega incluso a un 95 %”, explicó Anabelle León Chinchilla, Jefa de la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica (OBAS), que gestiona el Sistema de Becas.

En los últimos diez años, la cantidad de estudiantes becados en Sedes y Recintos Regionales ha aumentado en un 51 %, pasando de 6002 en el 2010 a 9074 en el 2019.

“Las y los estudiantes matriculados en Sedes y Recintos Regionales representan cerca del 25 % de la totalidad de la UCR, y sus estudiantes becados reciben el 46 % del monto total de becas. Se trata de la materialización de la vocación democratizadora de la educación superior, pues la Institución se entrega a una población estudiantil de bajas condiciones económicas para que logren sus aspiraciones profesionales y derecho al estudio”, aseguró Eval Araya Vega, Secretario Académico de Rectoría.

 

Igualdad de oportunidades

Uno de los principios del Sistema de Becas es la equidad, y ello significa que todas y todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de avance académico, sin importar su condición socioeconómica. Según la normativa de este sistema, las becas se categorizan de la 1 a la 5, en donde la 4 y la 5 son las que ofrecen mayor cobertura. Estas dos categorías concentran la mayoría de las y los estudiantes becados de todas las Sedes y Recintos de la Universidad.

En el primer ciclo 2020, un total de 8883 estudiantes recibieron alguna categoría de beca socioeconómica en Sedes y Recintos Regionales. De ellos, un 89 % (7890) recibió las máximas categorías de beca (4 y 5).

 

Antes de asignar una beca socioeconómica, la OBAS realiza una serie de estudios para calcular los índices socioeconómicos que determinarán, posteriormente, la categoría de beca a la cual un estudiante solicitante puede acceder.

En palabras de León, también se toman en cuenta aspectos que pueden incidir en el costo de vida en las regiones, tales como las actividades propias de la zona y sus fuentes de ingreso. Por ejemplo, algunas familias viven en zonas que son tradicionalmente pesqueras, agrícolas o que dependen del turismo, y por ello su economía puede fluctuar.

“La zona en sí no implica que haya una condición socioeconómica vulnerable, pero tomamos en cuenta las características de las fuentes de ingreso de cada familia para comprender mejor cualquier tipo de afectación que la familia del estudiante – y por ende su capacidad económica – puedan tener”, agregó León.

 

Beneficios complementarios a la beca socioeconómica. Más detalles en este enlace.

 

Pandemia dispara solicitudes de beca

En esta coyuntura de la pandemia por COVID-19, la OBAS ha conocido que muchos grupos familiares de estudiantes universitarios han sufrido una disminución de sus ingresos, desempleo o incluso pérdida de actividades propias, particularmente en las regiones. Por ello se ha procedido a recalificar becas, pues algunos ya están por debajo de la línea de pobreza extrema.

Esto ha provocado que para el segundo ciclo 2020 las solicitudes de beca socioeconómica en toda la Universidad hayan incrementado en un 24 % con respecto al segundo ciclo 2019, cuando normalmente el aumento ronda el 10 % con respecto al año previo.

A lo largo del mes de junio, un equipo de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil visitó todas las Sedes para entablar diálogos con estudiantes, docentes y personal administrativo, para enfrentar esta coyuntura. Únicamente se tuvo que reprogramar la gira a la Sede de Guanacaste, debido a un aumento de casos de COVID-19.

“Uno de los principales temas que surgen es el acceso a tecnología y conectividad. La UCR ha hecho grandes esfuerzos por comprar equipo y otorgarlo en préstamo a los estudiantes más urgidos de este equipo – ya se han repartido más de 2000 tabletas con chips para estos efectos – así como gestiones con ICE y SUTEL para mejorar la cobertura de internet. Además, hemos recibido muchas consultas para reubicación geográfica, debido a que las residencias estudiantiles se han debido cerrar”, explicó el vicerrector.

 

El vicerrector de Vida Estudiantil, Carlos Sandoval, y la jefa de la OBAS, Anabelle León, visitaron varias Sedes Regionales. En la imagen, en la Sede del Atlántico (Foto: cortesía Ruth Mora).

 

Josseline Román, estudiante de Contabilidad Pública del Recinto de Guápiles, es una de las beneficiarias de estas tabletas. “Ha sido un apoyo muy importante y un seguimiento que el Recinto ha hecho para quienes estábamos teniendo dificultades en el acceso a la tecnología para las clases virtuales”, comentó.

Carlos Araya Leandro, Rector de la UCR, explicó que uno de los principales objetivos de esta administración de transición es evitar la deserción estudiantil. “Estamos en un contexto nacional que hace más vulnerables a las y los estudiantes y sus familias, y puede incidir en una decisión de abandonar las aulas universitarias. Esto sería terrible para la Universidad pero también para el país”, expresó.

Según mencionó el Rector, como parte de las acciones dirigidas a mitigar el impacto económico en áreas sensibles de las finanzas de la institución, la UCR no aplicará aumento salarial en el 2020 y trasladará esos recursos al Sistema de Becas estudiantiles.

“La beca es la única oportunidad que tengo para estudiar; en estos años ha sido una ayuda muy grande también para mantener la estabilidad económica de la casa. Somos responsables de dar la lucha para que este derecho se defienda y se siga fortaleciendo, para quienes vengan después de nosotros”, acotó Álvaro Chinchilla Ortiz, estudiante de Enseñanza de Estudios Sociales en la Sede de Occidente y de Geografía en la Sede Rodrigo Facio.

Caterina Elizondo Lucci
Periodista, Rectoría
caterina.elizondo@ucr.ac.cr

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