De la bienvenida a clases y la Sede del Sur: un mensaje del rector a las y los estudiantes de la UCR

Publicado: 2020-03-11

 

 

Estudiantes inician el ciclo lectivo en la nueva Sede del Sur, ubicada en el antiguo Recinto de Golfito. Foto: cortesía Sede del Sur.

En esta primera semana del año lectivo 2020, la Universidad de Costa Rica recibe a todas y todos los estudiantes con la más cordial bienvenida a una casa de enseñanza que cumple 80° años de mantenerse a la vanguardia en educación superior en nuestro país y nuestra región.

Muchos retos nos han acompañado a lo largo de estas ocho décadas, y muchos más vendrán. En esta coyuntura, por ejemplo, nos vemos profundamente comprometidos con los esfuerzos nacionales y mundiales en el marco de la propagación de la enfermedad COVID-19, para lo cual cada acción individual para la prevención y la responsabilidad es fundamental. Esta es una ocasión para impulsar nuestro trabajo y estudio en una institución Benemérita de la Patria, que ha sido un factor de movilidad social para miles de personas en Costa Rica. Juntos fortalecemos a nuestra universidad, y juntos fortalecemos a nuestro país.

En ocasión del ingreso a clases, quiero rescatar el inicio del ciclo lectivo de la Sede del Sur, que es el primero en empezar con este nombre. Como comunidad universitaria que somos, compartimos el orgullo de la inauguración de esta nueva sede; es parte de la solidaridad que caracteriza a nuestra institución, y de la alegría que nos embarga a todos cuando una parte de nuestra comunidad alcanza hitos tan especiales como este.

Desde que en 1986 se hizo efectiva la donación de los terrenos y edificios de la United Fruit Company a la Universidad de Costa Rica, dos años después de que la empresa bananera anunciara su retiro del país, hasta la creación del Recinto de Golfito en el año 2006 y la decisión de la Asamblea Colegiada Representativa a finales del 2019 de convertirlo en Sede, este espacio universitario ha pasado por un intenso proceso de transformación y evolución, siempre respondiendo a las necesidades que la propia comunidad sureña ha manifestado a la UCR como parte de su anhelo de desarrollo. Esta demanda de crecimiento nos ha impulsado a hacer importantes inversiones para transformar y recuperar la infraestructura para destinarla a fines académicos cada vez más ambiciosos, sin nunca desligar la memoria histórica y arquitectónica de estos sitios.

En efecto, en los primeros años de la creación del Recinto de Golfito, la UCR invirtió cerca de ¢1.000 millones en infraestructura, equipamiento y personal docente y administrativo para su establecimiento. Con este impulso inicial no solo se pudo consolidar el cuerpo docente y administrativo en este espacio académico, de la mano del equipamiento de laboratorios, oficinas y residencias estudiantiles, sino que además se marcó un compromiso claro por la restauración y conservación de un conjunto de valor histórico que presenta un modelo urbano arquitectónico único: este conjunto consta de varios edificios y antiguas viviendas de estilo victoriano adaptadas al clima local, y de los cuales la Antigua Gerencia y el Club Centro son patrimonio desde 1998.

Desde entonces, más de ¢739 millones se han invertido en mejoras de las instalaciones deportivas, remodelaciones eléctricas, diagnósticos, construcción de aceras accesibles y restauraciones a la infraestructura histórica, entre otros. Todos estos han sido proyectos que no solo han dado un nuevo rostro al que hasta ahora fue el Recinto de Golfito, sino que además fue fuente de trabajo digno para cientos de trabajadores más en esta zona. Sin duda, la UCR ha sido una de las instituciones que más ha invertido, en los últimos diez años, en infraestructura en la Zona Sur, y cuyos recursos se han quedado precisamente allí, fomentando un círculo virtuoso favorable para el desarrollo. En los próximos años invertiremos alrededor de ¢2100 millones en proyectos que se encuentran actualmente en diseño, tales como el auditorio para esta nueva Sede, un edificio de aulas y laboratorios, la planta de tratamiento y la remodelación del antiguo Ebais para el uso de aulas, entre otros.

No menos importante, esta nueva sede se ubica en un territorio altamente biodiverso, cuya importancia para la Investigación y la Acción Social son inigualables. National Geographic ha calificado la Península de Osa y el Golfo Dulce como una de las áreas “biológicamente más intensas sobre la Tierra”, y eso da una idea de la riqueza con la que contamos: estos lugares forman parte de las joyas con las que cualquier costarricense debería sentirse orgulloso.

En esta especial ocasión, quiero hacer un llamado a seguir poniendo nuestra mirada en nuestras regiones; a su desarrollo y crecimiento, a los anhelos de sus comunidades y a sus necesidades para el progreso. La UCR se compromete a seguir trabajando en conjunto, y esperamos que muchas instituciones públicas y privadas, nacionales y locales, más tomen un papel más protagónico en apoyar este desarrollo.

Buen 2020 a todas y todos los miembros de nuestra comunidad universitaria, en todas las regiones, en todo el país.

Dr. Henning Jensen Pennington
Rector
buzon.rectoria@ucr.ac.cr


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