Pablo Mora Vargas, Periodista, Rectoría
pablo.moravargas@ucr.ac.cr
Publicado: 2018-08-21

Buen resultado dieron la adquisición de recipientes para clasificar desechos, la recolección de basura en sitios públicos, la implementación de carros compartidos y la ejecución de una larga lista de medidas para reducir el consumo eléctrico y de combustibles: la mañana de este martes 21 de agosto, la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), instancia adscrita a la Vicerrectoría de Administración (VRA), confirió a la Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR) el Galardón Ambiental, un gran logro, más si se considera que esta era la primera vez que nuestra instancia participaba en esta iniciativa.

El Galardón Ambiental es un reconocimiento que hace la UCR a las entidades institucionales que se comprometen a reducir sus contaminantes, el consumo de energía eléctrica, la promoción de prácticas de limpieza o reforestación y otra serie de medidas que generen un beneficio a la naturaleza, a la comunidad universitaria y, de forma indirecta, también al país.

Este reconocimiento se entrega desde 2015. En su versión 2018, 50 instancias se inscribieron en esta iniciativa, que no define ganadores, sino objetivos conquistados. De ese total, 40 pudieron presentar el informe que detalla los avances realizados y, de ellas, solo dos fueron descartadas, por lo que las restantes 38 también recibieron el galardón.

En la ceremonia de entrega de este reconocimiento, realizada en el Aula Magna de la UCR, estuvo presente el rector, Dr. Henning Jensen, quien recordó a los premiados que esta iniciativa debe ser un incentivo para que las buenas prácticas ambientales implementadas lleguen a la conciencia de la comunidad universitaria.

La promoción del aprendizaje y la práctica del desarrollo sostenible como parte de la cultura institucional fue básica para que la VRA impulsara el Galardón Ambiental. El vicerrector, Dr. Carlos Araya, amplía.

Por su parte, el representante del sector administrativo en el Consejo Universitario, Warner Cascante, hizo énfasis en la necesidad de enfrentar el problema de la contaminación y el daño ambiental desde una perspectiva moral, ética, e incluso mística, pues recalcó que sin un cambio de actitud en la propia autoconcepción del ser humano será imposible salvar el planeta de un desastre sin precedentes provocado por nuestra especie.

Entre las decisiones que implementará la Rectoría en los próximos meses para reducir la contaminación y el consumo de energía, se encuentra la instalación de ventilas que permitan el ingreso de aire fresco, disminuyendo así el uso del aire acondicionado; la colocación de botellas llenas de agua en las baterías sanitarias, a fin de reducir la cantidad de agua en cada descarga; colocar sensores para luces led de los pasillos, para minimizar el uso de la electricidad; e incrementar las capacitaciones sobre estas y otras materias para su personal.